Este mes de agosto, algunos acontecimientos me han hecho reflexionar en torno a unos conceptos importantes: autonomía, heteronomía, teonomía participada.
¿Decido yo lo que hacer, me fío de lo que alguien decide por mi, o hay una tercera alternativa?
Es un tema importantísimo en educación, en democracia, en responsabilidad personal... y creo que con poca frecuencia pensamos con profundidad en ello.
Así que en principio, lo iré desglosando en diferentes posts.
En este, quería tocar del tema de la falta de responsabilidad, en el sentido "cumplo órdenes" o incluso "si todo el mundo lo hace así, será que no está mal".
He tenido la oportunidad de estar en Alemania y de hablar con gente que vivió la triste época de la Stasi (no sé si se escribe así).
En esos momentos, era fácil recibir la propuesta de investigar a gente cercana, incluso familiares. Mucha gente lo hacía, porque en caso contrario era imposible acceder a puestos de trabajo medianamente buenos.
Además, cuando se juzgó a personas que ejecutaron a gitanos, judíos.... en campos de concentración, su respuesta fue: "hice lo que me mandaban, sólo cumplía órdenes".
Más allá de estos extremos, hoy podemos caer en ciertas actuaciones, y sobre todo omisiones, por la presión social -la actual forma de dictadura-.
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