¿De qué va A muxa honra?

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viernes, 3 de octubre de 2008

Gente creyente

Hago un "copiar-pegar" de un texto que rompe esquemas.
¡Ahí va!

De modelo de publicidad a sacerdote
Miércoles, 07 de diciembre de 2005
( Álvaro de Juana - LA RAZÓN - 07/12/2005) - Durante años fue el niño más famoso de la televisión, pero lo dejó todo para ir al seminario. «Abre la boca y cierra los ojos», de los Conguitos; «Me gustan los vaqueros», de la marca Río Grande, o «Ven, ven», de Don Simón, son algunos de los eslóganes que popularizaron conocidos anuncios de la década de los ochenta. ¿Quién los cantó o recitó? Por aquél entonces, un muchacho madrileño, Jorge Molino, que hoy es un sacerdote de 32 años .

***

«Nací en una familia muy católica, mis padres supieron transmitirnos la fe a sus cinco hijos», apunta Jorge. Aunque grabar los anuncios ocupaba gran parte de su tiempo, (...) la idea de ser sacerdote «me seguía entusiasmando a pesar del paso de los años. Cristo siempre fue fascinante para mí. Por eso, de pequeño quise ir al seminario menor, pero por más que lloré e insistí, mi padre no cedió», recuerda el antiguo modelo y actor. «El éxito no se me subió nunca a la cabeza», reconoce, «aunque gran parte del mérito es de mis padres».
«Un día hice ejercicios espirituales, a los quince años, con la Milicia de Santa María, movido por la experiencia de un amigo». De esta forma Jorge comenzó a tener una vida espiritual más intensa en la que buscaba «crecer en la oración y ser mejor cristiano». Mi director espiritual me ayudó muchísimo, me daba estupendos consejos», explica. La vocación de Jorge se hizo realidad cuando terminó el bachillerato, a los 18 años.

«No fue fácil convencer a mi padre, pero yo quería darle mi juventud a Dios. Y lo más importante: era Dios quien se quería dar a mí, quien quería ofrecerme su intimidad». No le importó dejar atrás su «carrera» de actor, ni que la gente se olvidase de su cara y que no le pidieran autógrafos por la calle, porque lo que deseaba con todas sus fuerzas «era ser presbítero».
Muchos amigos de Jorge no se podían creer «que me fuera al noviciado. ¿Cómo un chico que hace anuncios, que es deportista, que le va bien en todo, puede hacerse sacerdote? Yo sentía con fuerza que Cristo era mejor que todo eso». Años más tarde, cuando estudiaba en el noviciado de Salamanca y ya formaba parte la Legión de Cristo, el manager me llamó alguna vez», pero siempre se negaba a volver a trabajar, porque "con alegría lo dejé todo y gané mucho más".


Fuente: http://www.caminayven.com/modules.php?name=News&file=article&sid=386


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